Varias publicaciones atrás hablamos sobre las denominaciones de origen, y comentamos que son una clasificación que se utiliza para proteger legalmente algunos productos como el jamón. Lo que engloban es la zona de producción y los métodos tradicionales que en ella se emplean. De cara al consumidor, le garantizan un nivel de calidad constante y unas características específicas.
Hemos explicado en detalle las denominaciones de Origen Protegidas de jamón ibérico en España, y hoy vamos a centrarnos en la única que actualmente encontramos dentro del jamón blanco: la Denominación de Origen Protegida de Teruel.
Los jamones de esta Denominación de Origen se obtienen a partir de perniles de cerdos nacidos y cebados en la zona geográfica delimitada, procedentes de cruces entre:
- Línea madre: Landrace (tipo estándar), Large White o cruce entre ambas.
- Línea padre: Landrace (tipo estándar) o Duroc.
Características de los jamones
Los jamones tienen alargada, estando perfilados y redondeados en sus bordes hasta la aparición del músculo, conservando la pata; pueden presentarse con toda la corteza o perfilados en corte tipo «V» cuyo vértice quedará situado en el punto medio de la maza del jamón. Tienen un peso entre 8 y 9 kg, y nunca inferior a 7 kg.
Su color al corte es rojo y de aspecto brillante, con grasa parcialmente infiltrada en la masa muscular. La carne tiene un sabor delicado, poco salado, y la grasa es de coloración blanco amarillenta, de consistencia untosa, brillante, aromática y de sabor agradable.
El salado, lavado, asentamiento y secado de los jamones se realiza en un tiempo mínimo de 8 meses, mientras que la maduración, efectuada en naves o en bodegas dura un mínimo de 12 meses.
Zona geográfica
La zona de producción y elaboración comprende la totalidad del territorio de la Provincia de Teruel, en la Comunidad Autónoma de Aragón.